lunes, 13 de septiembre de 2010

EL LABERINTO

Me perdí en la maraña de sus mentiras
piadosas y dulces en mis mejillas
Me busqué en los rincones de las nubes
eran tóxicas y ennegrecidas.

En el laberinto de las noches
cerré los ojos a sus tormentas
y caminé a tientas palpando versos.
Perdida en un camino infinito
sin horizonte vivo
buscándole la salida al laberinto.

Una luz a lo lejos invade mi vida
un calor agradable, una tierna sonrisa
me agarro a su alma perdida
abraza mi espuma, mitiga el dolor
acuna mi duelo, mece mi alma.
Me guía los pasos a la salida
huyo del laberinto perverso de la locura.