AMOR MUERTO

Muere el brillo de tus ojos
se apaga la música en tus oídos
llora el silencio de tu boca.
Llamo a la puerta ciega de tu amor
ya nada responde, sólo el silencio de tu voz.
Duerme mi nostalgia en el invernadero
no brotan lágrimas,
no resurgen las llamas de tus cenizas,
no regresan las palomas a tu ventana.
Murió el amor, ya duerme en tus entrañas.

A VECES

A veces,
llueven piedras en el alma.
A veces,
lloran versos las palabras.
A veces,
muere la muerte sin remedio.
A veces,
aman los cuerpos al alba.
Y, a veces,
regresa el cálido aliento divino
de la naturaleza insana.

LAMENTO

Lamento, llanto, dolor
vidrios rotos caen como lluvia sin agua,
ya no quedan lágrimas en la vida
sólo un grito de terror.

Lamento sin aspavientos,
ruinas de almas perdidas
resquicios de risas desaparecen sumisas
ya no queda esperanza, sólo ruina.

Deshaucio sin miramientos
miserias tras las esquinas.
¿dónde encontrar otra vida?


FOTO DE J. ANGEL ALONSO

NOTAS MUSICALES

Suenan las notas de una música esquiva
abiertos mis oídos, escuchan
adoran sus discordantes acordes,
ruidos sonoros, grietas que se curan.

Suenan las notas de una música suave
su dulce vaivén hierve las heridas,
caldea el rescoldo de un aroma olvidado.
El calor monocorde de las notas arrasa la tristeza.
Vuela un recuerdo junto a los sonidos de sus notas,
atraviesa muros y destruye torres,
con su música , regresa.

FINAL DEL POEMARIO DESVARIOS Y VARIACIONES

Tras largo tiempo dando a luz poemas desvariados, poemas con luces y sombras, hoy cierro este poemario, pues se cierra una etapa de mi vida. Comienza otra con más luz y más claridad, tras las tormentas. Por lo tanto, comenzará otro poemario con otro nombre y otras letras. De ahí que he decidido cambiar el título presentación de mi blog y continuar con mi poesía. Espero que os guste.

LOS ZAPATOS

Los he tirado,
he lanzado al aire
esos trozos de cuero desgastado.
Los he tirado,
he dejado atrás sus recuerdos
olvidando sus pasos mientras duermo.
Los he tirado,
ya no andaré con ellos por el barro
ya no surcarán las calles para guiarme.
Los he tirado,
para olvidarme del pasado.

UN VERSO

Un verso moría todos los días
en mis labios dormidos.
Son renglones torcidos
todos los versos que escribo.
La poesía me domina en la sombra
huyo de sus garras somnolientas
pero me alcanza en cada rincón, escondida.
Y un verso muere en mis labios
todos los días.