domingo, 12 de mayo de 2013

VALIENTE

Valiente,
aquel que ha nacido sin pedirlo
sucumbiendo al huracán de una sociedad podrida.
Valiente,
aquel que ha emigrado sin quererlo
en busca del arca de sus sueños
perdido en un laberinto de culturas marchitas.
Valiente,
aquel que ha vivido en su tierra sin remedio
con apenas un refugio para su anhelo
sudando sangre
luchando en las aceras de unas ciudades muertas.
Valiente,
el médico, el maestro, el obrero
la abuela, la madre, la viuda...
Valientes ciudadanos de un mundo sin aliento.
Valiente no es aquel que lucha con la espada
ni el que posee el poder de apretar el botón que provoque el estallido de la bomba.
Valiente es el ser que vive en su pequeño mundo de granos de arena
sin más armas que su amor al mundo;
como artesanos de feria caminando sobre una cuerda floja
como magos de chistera barata
que convierten finos pañuelos de seda en monedas de curso legal
y las gastan en comprar alimentos y ropa
para que sus familias conserven la esperanza de una vida que se les escapa
cayendo inexorablemente hacía un pozo sin fondo,
hacia la oscuridad de una vida repleta
de materia vacía.