DE COLORES TE PINTARÉ

Como una preciosa canción dijo una vez:
De colores te pintaré,
más sencillo que escribirte,
más humilde es dibujarte.

Como el azul del claro cielo sin nubes tóxicas que lo anulen.
Como el rojo de las puestas de sol de un tórrido verano.
De colores carmesí, turquesas y verdes esmeralda, te pintaré.

Te pintaré en la tierra sólida de la realidad.
Te pintaré en la arena de la orilla de la nada.
En los troncos de los árboles grabaré tu silueta para que perdure en la eternidad.
En los albores de las tormentas, te pintaré
para que el sonido de los truenos no apague mi alma herida de bala.

REALIDADES

Son paralelas a los retazos de historia que cada cual atesora en su alma.
Son espejos de vidas,
puede que muertas,
puede que vivas todavía.
Esas realidades son falsas
inventadas un día entre almohadones,
con el corazón caliente.
Realidades ficticias
como universos deformes
en ocasiones se entrelazan y se unen
para separarse después
una vez descubiertas sus diferentes raíces.
Realidades infinitas
tantas como sueños flotantes
en un mundo de espuma.
Se evaporan como el aire
o vuelan como las plumas de las aves efímeras.
Realidades que duelen más que alivian.
Expulsarlas de la vida misma
cuesta tanto como encajar los engranajes de un motor que nunca arranca.

TÚ ERES MI SOL

Tú eres mi sol.
Aunque parezca mentira.
El sol de las mil tormentas.
El sol que cada mañana  me despereza.
El sol que vierte su calor desde la distancia más discreta.
Tú eres mi sol.
Aunque si te acercas,  me quemas;
como el sol real que calienta las áridas tierras del planeta.
No puedes estar lejos, se me helarían las ideas.
No puedes tampoco estar cerca, derretirías mi piel y me despellejaría viva.
Tú eres mi sol.
Al que mi espíritu despierta
con cada rayo de luz
que me envía desde su otro planeta.