martes, 9 de agosto de 2016

INFANCIA TRASNOCHADA

Desidia, dejadez, infancia trasnochada
hiede
muere el peregrino buscando quimeras inalcanzables para sus manos rotas
en el alféizar de su ventana un pájaro muerto le aguarda.
la luz es negra
la noche es blanca
con sus colores alumbra el caduco destino de los hombres.
Sociedad, buque insignia, cargada de muerte
se han electrocutado los electroduendes
ya nada importa más que uno mismo
el campo de miras tiene miopía galopante
se lleva pegarse hasta en la tertulia de los jueves.
Para huir he apagado las velas
veo en la oscuridad un camino de piedras azuladas
echo la mirada atrás y no observo, duele.
Cabezas agachadas contemplan una falsa luna en una pantalla de gel
no me sigue nadie mientras camino
no lloro
no siento
el olor a mierda se aleja de mí.
Dejo atrás mi infancia trasnochada
me acurruco en una húmeda roca
ya no existe la desidia en los alrededores de mi tumba
ha desaparecido del todo.
Quizás alguien se anime a acompañarme
me dejé la puerta abierta de mi cripta al abandonar la senda de los normales.